jueves, noviembre 16, 2006

Los Intelectuales alineados al poder

Oaxaca y los intelectuales



Clasificado en Fabulillas por elvaledormx el Viernes 3 Noviembre 2006 a las 11:53 pm






Echeverría optó, calificadamente, por el camino de la democratización.


Exacto, sí, Carlos Fuentes, el mismo Fuentes que como intelectual ha
sostenido con el Poder una relación de girasol; ese Fuentes que el
lunes pasado, muy de mañana, fue a tocar a la puerta de las oficinas
del presidente electo “para invitarlo a participar en un Séptimo Foro Iberoamericano“.
De ahí, un grupo de intelectuales se jaló al santito nuevo rumbo a la
casa de uno de los tales, donde les aceptó comer con ellos. Afuera, los
retumbos de Oaxaca resonaban en diferentes zonas del país, UNAM
incluida. Yo entonces relacioné la toma de Oaxaca por elementos de la Federal Preventiva
con el ingreso de uniformados a las instalaciones de la UNAM, que
ovacionaron los que hoy se acercan al chaparrito, peloncito, de lentes.
La memoria histórica:


Fue a principios del 2000, cuando el Consejo General de Huelga,
CGH, paralizó las actividades académicas de la UNAM a lo largo de nueve
meses. El entonces presidente Zedillo ordenó la entrada de las de
uniforme a las instalaciones de la UNAM, acción que motivó reacciones
diversas entre la flor y el espejo de los intelectuales. Pablo González
Casanova, ex-rector de la UNAM, renunció a la dirección de un instituto de investigación de la casa de estudios.
Por cuanto a Fuentes y una decena de intelectuales, el editorialista
Carlos Ramírez escribió en su colaboración del 13 de febrero en el
matutino de circulación nacional:


“Lo peor fue que Fuentes se hizo eco del discurso gubernamental
difundido por Francisco Labastida como candidato presidencial del PRI
de que el CGH estaba penetrado por Sendero Luminoso, del Perú. Aunque luego se supo que había sido una perversidad sembrada por Labastida”.


La interrogante de Fuentes: ¿Es cierto que la ruta del poder
político universitario de un senderista empieza por ofrecerse a limpiar
excusados, seguir de cocinero y acabar de líder ideológico
intransigente..?


El mismo, y una decena de intelectuales, los consabidos, aprobaron el ingreso de la Policía Federal Preventiva
al interior de la UNAM. En transcripción de Ramírez, las opiniones que
semejantes intelectuales expresaron en un desplegado periodístico con
fecha del tres de febrero del año 2000. Carlos Fuentes, en primer
lugar: “La UNAM no es una universidad elitista, pero tampoco debe ser una universidad de lumpens o de baja clase media ofendida. Hay que liberar a todos los estudiantes que no estén perseguidos de oficio (liberar a los perseguidos, sic.)”


Federico Reyes Heroles: “En el horizonte podrían
estar la amnistía o el indulto. El llamado operativo fue muy cuidado y
hoy, gracias a ello, no tenemos víctimas que lamentar. La
administración de la violencia legítima también puede ser profesional…”


Héctor Aguilar Camín: “La respuesta de los
huelguistas condujo a la violencia que se temía y a la entrada de la
fuerza pública que quería evitarse. Pero Zedillo no es ni podría ser un
presidente autoritario como Díaz Ordaz”.


Jorge G. Castañeda: “A pesar de los sustos que
puedan generar zafarranchos en la UNAM, nuevos brotes de violencia en
el sureste mexicano o en Guerrero y Oaxaca, o de los persistentes
incrementos de las tasas de interés de EU, hoy en día el favorito para
triunfar en las elecciones presidenciales del 2 de julio, sigue siendo
el candidato del PRI, Francisco Labastida.”


Carlos Monsiváis: “Me importó el plebiscito por
compartir el fastidio ante una huelga tan prolongada y por esto también
participé en un manifiesto de intelectuales, guiado por una certeza: es
mejor dialogar en la universidad abierta y evitar así la represión
(síc.) Sin modificar los derechos del CGH, que respetamos (resic.)
Bueno, la idea era, por decir lo menos, descabellada, no avalaba
ofensiva alguna del régimen de Zedillo. Si se requiere, y elijo muy
destacadamente mi caso, fue un aval para certificar la estupidez de mi
reacción política en ese momento”.


Elena Poniatowska: “Bueno, yo no sabía Sí firmé el desplegado, pero fue porque de momento creí que era lo mejor, estaba todo tan empantanado…”


Ikram Antaki, sin hipocresías: “¡Es tarde, pero presidente habemus!” Y Lorenzo Meyer (¿Excusa porque firmó?): ‘Yo me sentí apoyando a Goliat”.


La conclusión de Carlos Ramírez: “El razonamiento de los
intelectuales del desplegado del 3 de febrero de 2000 se acomodaba en
la festividad modernizadora de los intelectuales cooptados por el
Pronasol salinista, desde Aguilar Camín hasta Carlos Monsiváis”.


Ayer la UNAM, hoy Oaxaca. De la maniobra del embajador de EU, que
sacó las castañas del fuego oaxaqueño con la mano del gato, ¿qué
opinarían esos intelectuales pragmático-utilitaristas en la comida que
les aceptó el santito nuevo? Ah,


México.Mi país)







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